Aunque son muchos los peregrinos que realizan el camino en compañía de su pareja, amigos o familiares, no es tan frecuente que lo hagan acompañados de animales. No obstante, ya no sorprende ver perros y en nuestro albergue durmió en una ocasión una peregrina junto con su loro.
Edmond, un peregrino francés que pernoctó aquí la semana pasada, nos sorprendió al llegar con su burro, que, según pudimos saber, se llamaba Simón y tenía 11 años. Al parecer llevaban cinco meses realizando el camino, ya que desde Francia fueron a Sevilla y desde allí comenzaron la Vía de la Plata.
En la foto superior se nos puede ver junto al pacífico Simón, mientras éste reponía fuerzas en un pequeño prado junto al albergue, buscando la sombra, eso sí, dado el calor sahariano que nos está castigando en estos últimos días.