Tras una introducción más teórica centrada en los tipos de memoria y cómo se produce el almacenamiento de datos, Alberto Valentín realizó una serie de test prácticos para que los asistentes se autoevaluaran teniendo en cuenta una serie de parámetros relacionados con nuestra capaciadad de retención y el tipo y frecuencia de nuestros olvidos, diferenciando cuáles y cuántos eran un síntoma de alguna patología de aquéllos que son simplemente consecuencia del paso de los años. La charla finalizó con una serie de consejos para mejorar y preservar la memoria, que iban desde hacer ejercicio, viajar o comer de forma saludable a intentar ponernos retos (como aprender un idioma o a manejar un ordenador) sin importar la edad que se tenga.
En definitiva, fue una interesante exposición sobre un tema que preocupa y afecta a gente de todas las edades.
